CAMPAMENTOS DE VERANO DE INGLÉS, ¿DE VERDAD SIRVEN PARA APRENDER?

Campamentos de Verano

Uno de los momentos más temidos por todos los padres viene cuando se acercan las vacaciones de verano de los niños y toca pensar qué vamos a hacer con ellos. Queremos que estén atendidos y que al mismo tiempo disfruten de sus vacaciones. Un campamento de verano es la opción perfecta que resuelve estas 2 preocupaciones y aporta, además, otras múltiples ventajas. Los campamentos son programas en los que el componente lúdico y de ocio es fundamental, pero además, existen muchos campamentos en los que aparte de jugar y divertirse, los niños aprenden idiomas, deportes o teatro, por ejemplo.

Un campamento de verano representa la oportunidad perfecta de aprender multitud de conocimientos y desarrollar una gran variedad de habilidades, pero también implica un gran paso en la madurez de los niños. Durante los campamentos, los niños se sumergen en una experiencia totalmente diferente de su rutina habitual, lo que implica y supone una ocasión para salir de su zona de confort y enfrentarse a nuevas situaciones y escenarios. Es cierto que a los padres siempre nos preocupa apuntar a nuestros hijos a un programa de este tipo, nos preguntamos si se adaptarán bien, si disfrutarán, si harán amigos, si tendrán morriña… es normal hacerse este tipo de preguntas, pero no hay que dejar que estas incertidumbres nos impidan dar el paso de apuntar a los niños a un campamento de verano; puesto que una experiencia de este tipo es enormemente positiva, tanto para ellos como para nosotros.

Al margen de las ventajas asociadas a las actividades que los niños practican durante los campamentos de verano (idiomas, deportes, teatro…), una de las principales razones por las que apuntar a tus niños a un programa de este tipo es una opción magnífica para el verano es el aprendizaje social y emocional que conlleva. Te presentamos 7 fantásticas ventajas que un campamento de verano supone para tus hijos:

  1. SALIR DE LA ZONA DE CONFORT
Un campamento de verano es la opción perfecta para romper con la rutina y que los niños salgan de los hábitos y la rutina a la que están acostumbrados. De este modo, se obligan a hacer cosas nuevas, a relacionarse con personas diferentes, a desenvolverse en un entorno nuevo y, en definitiva, a salir del cascarón.

2. AUTOCONOCIMIENTO

Conocerse a uno mismo es muy importante en la vida de cualquier niño. Un campamento de verano, al ser una experiencia nueva, muy diferente de cualquier otra actividad a la que están acostumbrados, es la oportunidad ideal de descubrir rasgos de su personalidad que no conocían hasta ahora e ir perfilándola poco a poco; descubrir qué cosas les gustan y cuáles no y sobre todo, ganar confianza en sí mismos.

3. EMPATÍA

Durante un campamento de verano, los niños se relacionan con sus compañeros y hacen muchos nuevos amigos. Conocer gente nueva y el alto nivel de interacción y socialización de un campamento es una forma fantástica de incorporar la empatía entre sus valores personales. Aprender a ponerse en el lugar de otras personas y entender qué pueden estar pasando es una habilidad social fundamental y en un campamento, al estar viviendo la misma experiencia que el resto de sus compañeros, no les resultará difícil entender las circunstancias del resto de niños.

4. AUTOSUFICIENCIA Y AUTONOMÍA

En un programa de este tipo los niños aprenden a ser más autónomos. Estar unos días fuera de casa les enseña a no depender tanto de sus padres (mejorar la “mamitis/papitis”), a ser más independientes y gestionar mejor su autosuficiencia.

5. SOCIALIZACIÓN Y COMUNICACIÓN

Dos de las habilidades más importantes para cualquier persona y de las que más se trabajan y ponen en práctica durante un campamento de verano, son la socialización y la comunicación. Debido al gran número de actividades grupales que se realizan durante los campamentos de verano, los niños aprenden a trabajar en equipo, desarrollan el compañerismo y la convivencia, en un clima de respeto.

6. ASERTIVIDAD

Otra de las capacidades que se trabajan durante los campamentos de verano es la asertividad. Esta habilidad social permite a las personas comunicar su punto de vista desde el equilibrio, sin mostrar agresividad, pero tampoco pasividad. Durante los campamentos, los niños se enfrentan a diferentes situaciones en las que tratarán de “negociar”, tanto con sus compañeros, como con sus monitores. En casa ya conocen qué trucos utilizar para salirse con la suya, pero en un campamento, todo es nuevo, por lo que aprenderán a llegar a soluciones satisfactorias para todos, a respetar la opinión de los demás, a ceder y a no intentar imponer su criterio.

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